
La carga emotiva de esta fotografía puede asociarse a los estados de fragilidad anímica y física que no sólo González Torres, sino toda la sociedad, experimentó y experimenta frente a las injusticias sociales, la violencia, la enfermedad. Pero es en “Sin título” (1991) y en la obra cuyo subtítulo reza (Perfect Lovers) donde el amor cobra protagonismo y se asocia a la reflexión sobre el paso del tiempo y la esencia efímera del hombre. La primera pieza, una gigantografía a la manera de cartel publicitario expuesto en la terraza del museo, muestra en primer plano las almohadas de una cama de dos plazas ahuecadas por las cabezas de quienes hace instantes estuvieron durmiendo allí. Esta obra fue, en su origen, parte de un emplazamiento de veinticuatro carteles en distintas locaciones de Nueva York. Dicha ubicación, en espacios públicos de la gran ciudad, suscitó múltiples interpretaciones. El territorio de la cama, quizás el más privado de todos, significó para el artista un escenario de conflicto: “Con eso denunciaba que la intimidad de una pareja, en el caso de que fuera gay, estaba regida por la ley. La pieza es una respuesta política y artística a la decisión judicial que en Estados Unidos (hasta 1986) negaba el derecho a la privacidad cuando ésta se refería al hogar de una pareja gay”.
La fotografía es un monumento a su amante, Ross, que murió de SIDA en 1991. El propio artista murió de la enfermedad en 1996 a la edad de 42 años. Ross y Félix son sólo dos de los aproximadamente 25 millones de personas que, en todo el mundo han muerto por la enf ermedad desde el "principio" de la epidemia del SIDA en 1981. Estas fotografías de González-Torres, tratan de mostrar un panorama en el contexto de las representaciones dominantes acerca del SIDA en 1990 y su fusión con la homosexualidad, así como la función de esta obra dentro de este contexto de subversión y resistencia.
La fotografía es un monumento a su amante, Ross, que murió de SIDA en 1991. El propio artista murió de la enfermedad en 1996 a la edad de 42 años. Ross y Félix son sólo dos de los aproximadamente 25 millones de personas que, en todo el mundo han muerto por la enf ermedad desde el "principio" de la epidemia del SIDA en 1981. Estas fotografías de González-Torres, tratan de mostrar un panorama en el contexto de las representaciones dominantes acerca del SIDA en 1990 y su fusión con la homosexualidad, así como la función de esta obra dentro de este contexto de subversión y resistencia.
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